El satélite Swift de la NASA ha descubierto que los agujeros negros se encienden cuando las galaxias colisionan entre sí en el Universo.
Un agujero negro es una región finita del espacio que surge tras una gran concentración de masa en su interior, con mucha densidad, que provoca un campo gravitatorio tal que no alberga partículas de materiales; ni siquiera los fotones de luz pueden escapar de ellos.
Según han explicado los expertos, tan sólo un 1% de los agujeros negros supermasivos mantiene este comportamiento y lo hacen cuando las galaxias chocan entre sí. Estos nuevos datos podrían arrojar luz sobre el comportamiento futuro de los agujeros negros en la Vía Láctea.
El trabajo, que será publicado el próximo 20 de junio en 'Astrophysical Journal Letters', ha recogido que las intensas emisiones procedentes del centro de las galaxias aparecen cerca de los agujeros negros supermasivos que contienen entre un millón y miles de millones de veces la masa del Sol. De hecho, han comprobado que algunas pueden llegar a emitir hasta diez mil millones de veces la energía del Sol, convirtiéndose así en los objetos más luminosos del Universo.
"Los teóricos apuntan que la violencia que se genera cuando dos galaxias se fusionan podría alimentar a los agujeros negros de las mismas".
El estudio ha podido investigar fenómenos situados hasta los 650 millones de años luz de la Tierra y recoger hasta docenas de estas colisiones y agujeros negros desconocidos.
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